LACHAPELLE CELEBRA SUS DELIRIOS

El fotógrafo presenta en el Museo de las Artes la exposición Delirios de la Razón

La primera visita de David LaChapelle a Guadalajara ha sido un acontecimiento que bien podría ser el tema de una de sus delirantes fotografías. La inauguración de su retrospectiva, Delirios de la Razón, con la que el Museo de las Artes celebra 15 años, lo trajo a la ciudad de la mano de su infaltable musa Amanda Lepore.

“Siempre he hecho lo que he sentido”. Se ha iluminado. En su más obra más reciente el fotógrafo estadounidense David LaChapelle se aleja de muchas de las obsesiones de la cultura pop que fotografió durante más de dos décadas para buscar caminos más espirituales.

Esas imágenes atiborradas de color, de pop, protagonizadas por estrellas de la farándula, modelos, íconos populares, dan paso a imágenes de cuerpos flotando, a museos inundados, a críticas de los excesos de la misma cultura popular con la que alimentó su obra.

Hace tres años dejó de trabajar comercialmente. Reclama reconocimiento artístico y ahora, dice, vende una idea y busca rescatar la figura humana del estigma de la pornografía. Luego de una exitosa exhibición en el Colegio de San Ildefonso, en la Ciudad de México, la muestra retrospectiva Delirios de la razón se inauguró el miércoles pasado en el Museo de las Artes, no sin todo un despliegue de glamour, flashes, adulación y mucha pose. Todo un performance pop.

Contribuiste a crear un mundo, y en tu trabajo más reciente de cierta manera destruyes ese mundo con la mismas armas, con la misma estética con la que lo construiste, ¿Cómo llegaste a ese punto?

Quise ser artista desde que era joven, y empecé a trabajar para revistas porque tenía la necesidad, no podía vender mis fotografías en las galerías; así que como artista siempre he cuestionado las cosas con el fin de crecer, de cambiar, pero nunca realmente me sentí parte del mundo de la moda, siempre he sido un poco outsider. Así que la destrucción que ves está tratando con miedos e ideas del Apocalipsis, del final. La gente piensa mucho sobre situaciones similares en el mundo, parece ser un gran momento de cambio.

Así que sólo estoy trabajando con los miedos que tengo y que creo muchas personas comparten, sobre la idea de contemplar el fin de la vida de uno mismo y cómo podría pasar y tomar en cuenta lo que es importante. Es una exploración de esos miedos, que trato de exorcizar.

Cuando comencé nuevamente a trabajar para galerías y exhibiciones no abandoné todas las cosas a las que me siento atraído, amo la belleza pero también tenía otros pensamientos. Las cosas no tienen que ser feas para expresar un punto de vista, para hablar de temas serios o miedos. Siempre trato de encontrar esperanza en las fotografías que hago.

Soy muy optimista sobre la humanidad, todos somos capaces de la bondad y la maldad, se trata de mantener el lado oscuro abajo y sacar lo mejor de uno. Y es lo mismo como artista, tienes la posibilidad de crear algo bello o algo que es feo y nihilista. Escogí utilizar la belleza y el glamour como una herramienta, una herramienta seductora para tener la atención de la gente, y una vez que tienes la atención hay una narrativa, ya sea en un lienzo o en una fotografía, hay una historia más allá de la superficie.

¿Se tiene que destruir todo eso para alcanzar la espiritualidad?

– No hay seguridad en las cosas materiales: puedes tener casas, dinero en el banco, diamantes, pero es una mentira, no existe tal cosa –seguridad- en el materialismo. Uno tiene que ir al interior, para realmente tener la sensación de seguridad, de paz. La sociedad global ha perdido este sentido de espiritualidad como un aspecto de la vida. Todas las cosas materiales van a ser destruidas, todo lo que se ha construido se derrumbará, ya sea la fama, dinero o cuerpos trabajados, los monumentos que construimos a nosotros mismos, todo eventualmente se derrumbará y desintegrará, nada es permanente. Esta idea de destrucción es que realmente cuando pierdes todo, es cuando las cosas verdaderas salen a la superficie. Mi esperanza es encontrar esas cosas sin enfrentar el desastre. Cuando ves la destrucción siempre hay un elemento de esperanza; y para mí es sólo materialismo, no hay apego a eso, por lo tanto no hay pérdida, es un oportunidad para crecer.



– Pero eso es sólo una parte de mi obra, han sido 20 años de fotografía, cuando haces arte por tanto tiempo siempre he tratado con historias, algunas son humorísticas, sobre cosas serias, o simplemente bellas. A veces sólo quiero tomar una imagen bella. Varía en 20 años de carrera, y siempre he hecho lo que he sentido. Con esta retrospectiva hay una variedad de la experiencia humana.

El título de la exposición, me recordó la leyenda de uno de los grabados de Goya: “El sueño de la razón produce monstruos”, ¿cómo llegaste al título, que es de cierta manera en el mismo sentido de la frase de Goya?

– No trabajo de forma intelectual, trabajo intuitivamente, así que la razón sale por la ventana, trabajo de formas intuitivas que van más allá de la razón. Definitivamente no soy alguien que piensa cerebralmente, soy más automático, hago dibujos, y el contenido evoluciona, sucede, es hasta mágico.



– Y te das cuenta de lo que es mientras lo estás haciendo o hasta después. Para mí los mejores artistas son interpretados de distintas formas. Mi objetivo principal es hacer fotografías que comuniquen algo a las personas, hay mucho arte contemporáneo que la gente no entiende, es intimidante, que si no se tiene una educación artística o académica el arte contemporáneo no significa nada para ellos.




– Estoy en contra de esta idea, trato de hacer trabajo que la gente pueda entender y que comunique. He tomado todos estos años en los que he trabajado en las revistas para aprender cómo comunicar para vender algo, pero también tengo mi propia agenda, ahora vendo una idea. Es desafiante, y creo que algunos artistas son perezosos porque están tomando fotografías o haciendo instalaciones que nadie entiende al menos que leas y leas sobre eso.

¿Por qué crees que sucede, es elitista?

– Es muy elitista y perezoso, es una falta de técnica. Algunas personas hacen arte para venderlo a coleccionistas y hacer dinero; pero ese no es mi objetivo, mi objetivo es siempre tocar a las personas de cierta manera, hacerlos sentir algo, aunque sea sacarlos de la oscuridad y confusión del mundo actual y transportarlos a una fantasía. No me gusta esta idea de hacer arte confuso.



– En el mundo del arte existe la idea de que el arte serio es descolorido e imposible de entender al menos que leas páginas y páginas en las que alguien lo explique. El poder de los visuales sigue vivo, sin el trabajo escrito puedes tocar a las personas, y ese es mi intento, inspirar a las personas sin tener que leer lo que significa.

¿Qué sentiste cuando viste la obra de los muralistas?

Sentí que puedo compartir con Orozco y Rivera, hacen arte para el público, sus murales siempre tiene una historia que contar son narrativos, ya sean políticos o espirituales, pero siempre hay un punto que quieren compartir, explicar a la gente, comunicar algo, no sólo a un grupo de personas, sino a todos.

Me sentí muy emocionado cuando vi el trabajo de Rivera y Orozco. Nadie hace el tipo de trabajo que hago, soy de cierta manera un outsider en el mundo del arte porque he trabajado en revistas, algunas personas del mundo del arte dudan al pensar en mí como artista, por tomar fotos a Pamela Anderson, pero estaba fotografiando las obsesiones de Estados Unidos, de todas las cosas que interesaban a Estados Unidos como la idolatría a las celebridades.

¿Cuáles son tus obsesiones?

¡Oh Dios!, ahora estoy obsesionado con esta idea del paraíso, con la naturaleza como una metáfora de iluminación, he estado tomando fotos en la jungla, en Hawai. Usar la naturaleza como una metáfora de iluminación y reclamar la figura de la pornografía, lo cual es muy difícil porque ya somos una sociedad que no se sorprende, y la gente cuando ven un cuerpo desnudo en una fotografía inmediatamente piensan que debe ser pornográfico o erótico, que esta vendiendo sexo, un perfume o algo.

La gente ya no mira el cuerpo en la fotografía de ninguna otra manera, es como el oscurantismo del cuerpo, como algo que vende. Así que trato de reclamar la figura como parte de la naturaleza, como algo bello, como Miguel Ángel lo pensaba: la belleza del cuerpo humano como una prueba de que Dios existe, y esta idea es algo que realmente me interesa, así que esas son mis últimas obsesiones.

¿Renacimiento?

El Renacimiento, esta idea de la iluminación, de reclamar la figura de estas épocas oscurantistas en las que vivimos.

Frases

“Escogí utilizar la belleza y el glamour como una herramienta seductora para tener la atención de la gente”

“Mi objetivo principal es hacer fotografías que comuniquen algo a las personas”

“Hay mucho arte contemporáneo que la gente no entiende, que es intimidante”

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SECTION

TAPATÍO CULTURAL

DATE

Septiembre 05, 2009